
El diagnóstico definitivo depende de la demostración de cristales de ácido úrico en el líquido que puede extraerse de las articulaciones durante los ataques agudos de gota.
En el momento del ataque agudo, los niveles séricos de ácido úrico pueden ser normales e incluso bajos. Además, los niveles de ácido úrico en sangre, con frecuencia pueden encontrarse elevados en sujetos sin gota.